EE.UU.- La Agencia de los EE.UU para el Desarrollo Internacional (USAID), enfrenta una guerra sin precedentes que puede ser llevar a su reestructuración o incluso desmantelamiento bajo la nueva sucursal de Donald Trump.
La suspensión de financiamiento a programas en el extranjero, incluyendo la iniciativa “Ser LGBTI en el Caribe”, ha encendido el debate sobre el futuro de la ayuda internacional estadounidense.
CBS News, por su parte, informó que el Gobernamiento de Trump baraja que la Usaid quede bajo el paraguas del Departamento de Estado con recortes en su plantilla de empleados.
La iniciativa «Ser LGBTI en el Caribe» tiene como objetivo fomentar la inclusión económica y laboral de personas en situación de vulnerabilidad.
Por otra parte del financiamiento de este programa, la Usaid también invirtió 47,000 dólares en una «ópera transexual en Colombia»; gastó unos 1.5 millones de dólares en Diversidad, Equidad e Inclusión en Serbia; 70,000 dólares en un musical irlandés sobre Diversidad, Equidad e Inclusión y 32,000 dólares en un cómic trans en Perú, según la portavoz de la Casa Blanca,Karoline Leavitt, que agregó que estos eran los «gastos prioritarios» de la agencia.
El magnate Elon Musk calificó el domingo a la Usaid como una «organización criminal», mientras que el jefe de estado Donald Trump expresó poco después que está «dirigida por lunáticos radicales».
«Si tienes una manzana con un gusano, puedes sacar el gusano. Si tienes toda una bola de gusanos, es inútil. La Usaid es una bola de gusanos. No hay manzana. Y cuando no hay manzana, necesitas deshacerte de todo», añadió.
En su primer día en el cargo, el 20 de enero, Trump implementó una congelación de 90 días sobre la presencia extranjera. Cuatro días después, Peter Marocco —un titular de cartera por nombramiento que formó parte del mando en el primer mandato de Trump— redactó una interpretación más dura de esa orden de lo previsto, una medida que cerró miles de programas en todo el mundo, provocó despidos y que muchos funcionarios fueran suspendidos temporalmente.
Esta medida forma parte de una serie de medidas enérgicas del mando de Trump que están afectando a todo el mando federal y sus programas. Pero USAID y la ayuda extranjera están entre los más afectados.
Rubio indicó que el objetivo del mando fue una revisión programa por programa de qué proyectos hacen que «EE.UU sea más seguro, fuerte o próspero».
La decisión de cerrar programas financiados por EE.UU desde la revisión de 90 días significó que Washington estuvo «obteniendo mucha más cooperación» de los receptores de presencia humanitaria, desarrollo y seguridad, señaló Rubio.
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