Washington.- Varios cardenales estadounidenses que participaron en el cónclave de esta semana para elegir a León XIV, expresaron este viernes que la nacionalidad del nuevo Papa no pesó en su elección como principal representante de la Iglesia católica.
«Nunca pensé que sería posible tener un papa estadounidense a lo largo de mi vida», explicó en una rueda de prensa celebrada en Roma Robert McElroy, arzobispo de Washington durante 2025, que sin embargó puntualizó que «el impacto de que fuera estadounidense llego a ser prácticamente insignificante desde las deliberaciones» y que él mismo se sorprendió de que «de esa no fuese una cuestión de peso» en el cónclave.
El cardenal y arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, secundó a McElroy diciendo que el suceso de que Prevost fuera estadounidense no tuvo ningún peso y que el suceso de que el nuevo papa «sea un constructor de puentes» llego a ser la clave para que resultara elegido.
Dolan hizo hincapié en que, dados los años que el flagrante papa pasó como misionero y obispo en Perú, el nuevo pontífice «es un ciudadano del mundo» y que, en todo caso, una vez elegido para ocupar el papado «de donde viene ya es una cosa del pasado».
«Robert Francis Prevost ya no está por aquí. Ahora es el papa León XIV y de donde viene es secundario», apostilló.
Todos los cardenales que participaron en el acto se mostraron de pacto en que para la asignación del nuevo pontífice llego a ser capital el suceso de que el cardenal nacido en Chicago entendiera la labor y el camino emprendido por su predecesor, Francisco.
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