Ciudad de México.- México, con la presidenta Claudia Sheinbaum al ante, se prepara para una disputa comercial con EE.UU, el principal destino de sus exportaciones, y aguarda el anuncio de represalias luego de la imposición de aranceles del 25 % a los productos mexicanos por parte del jefe de estado estadounidense, Donald Trump, que supone un terremoto económico.
«México no quiere confrontación. Partimos de la colaboración entre países vecinos (…) si EE.UU quiere combatir a los grupos delictivos y quiere que lo hagamos conjuntamente, debemos trabajar en forma integral», expresó Sheinbaum en un video mensaje difundido a través de sus redes sociales.
«Pero siempre bajo principios, los principios de responsabilidad compartida, de confianza mutua, de colaboración y sobre todo respeto a la soberanía. La soberanía no es negociable. Coordinación sí, subordinación no», añadió.
La respuesta de Sheinbaum llegó un día después de que Trump firmó las órdenes ejecutivas por las que entran en vigencia, a partir de las 00.01 del martes 4 de febrero en horario de Washington (05.01 GMT), los advertidos aranceles del 25 % para las mercancías de México y Canadá (con excepción del petróleo canadiense, que tendrá solo un 10 %) y del 10 % para los de China, lo que puede desatar una peligrosa disputa comercial.
Sheinbaum extiende respuesta y cuestiona
Por otra parte, señaló que, de no recibir respuesta, el lunes informará las primeras medidas mexicanas, un plan B, en respuesta a los aranceles impuestos por Trump, del 25 % a los productos que México exporta a EE.UU.
«Ayer en mi comunicado le propuse al jefe de estado Trump que establezcamos una mesa de trabajo con nuestros mejores equipos, los de seguridad y también los de salud pública. No es con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas, sino hablando y dialogando», apuntó.
En el mensaje, Sheinbaum expresó que: «si el Gobernamiento de EE.UU y sus agencias quisieran atender el grave consumo de fentanilo en su país» y cuestionó: ¿por qué no comienza combatiendo la venta de estupefacientes en las calles de sus principales ciudades?, ¿O cómo es que las personas con adicciones compran esa droga? ¿Por qué nunca hemos oído de detenciones en EE.UU de los grupos delictivos estadounidenses?».
Sheinbaum expresó que la medida impuesta por Trump «tiene efectos para los dos países, pero tiene efectos muy graves para la economía de los EE.UU. Pues va a elevar los costos muchísimo de todos los productos que se exportan de México hacia Estados Unidos.».
También defendió «a los hermanos y hermanas mexicanos en EE.UU, quiero decirles que aquí está su presidenta y un pueblo entero para defenderlos. Si desean regresar a México, aquí los abrazamos», en presencia de las deportaciones masivas que ha promovido el Gobernamiento de Trump.
Mientras que en un acto público en el municipio de Texcoco, Estado de México, Sheinbaum adelantó este domingo que su Gobernamiento trabaja en su estrategia «y lo más importante es no ejecutar nada que afecte al pueblo de México (…) Vamos a ir día con día. Aquí uno no tiene por qué acelerarse (…) tenemos valentía y firmeza, pero siempre, como lo he dicho en otras ocasiones, hay que interpretar con la cabeza fría y el sexo al pueblo».
Consideró que en alguno de los dos lados «tiene que haber racionalidad» y advirtió: «no me falta valentía porque tengo un pueblo detrás de mí y aquí no está. La soberanía no está en venta, la patria no está en venta».
Los aranceles a México y Canadá -países a los que Trump denuncia de no controlar su frontera en sus flujos migratorios ni en los de drogas como el fentanilo, adicionalmente de aprovecharse de un superávit comercial con Estados Unidos.- suponen un torpedo en la línea de flotación del pacto comercial entre los tres países norteamericanos existente durante crea 30 años.
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