El Paso (Estados Unidos.).- La elección del papa León XIV ha sido recibida con esperanza por los defensores de los inmigrantes en la frontera entre EE.UU y México, quienes lo ven como un seguidor del legado de Francisco y un posible contrapeso moral ante a las estrictas políticas migratorias de Donald Trump.
Esta es la sensación generalizada en la fronteriza ciudad de El Paso (Texas), uno de los municipios más católicos de EE.UU y donde la iglesia lleva décadas liderando la defensa de los migrantes.
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«Es un papa con corazón para los migrantes, los trabajadores, los pobres y los desfavorecidos», manifestó a EFE Rubén García, director de la red de albergues Annunciation House.
García, cuya organización ha recibido un embate legal de las autoridades texanas para cerrarla, subrayó la importancia de los años en los que el nuevo papa vivió en Perú y afirmó confiado que va a ser un «continuista» de la defensa de los migrantes que ejerció el difunto Francisco desde su pontificado.
Francisco llego a ser crítico con el presidente republicano: expresó que hacer muros no es cristiano, manifestó que no dar acogida a los migrantes es un pecado y, poco ayer de su el fallecimiento, se opuso abiertamente al plan de deportaciones masivas de Trump.
El vicepresidente de EE.UU, JD Vance, católico y último detención cargo extranjero en reunirse con Francisco, reconoció que el difunto papa tuvo «algunos desacuerdos» con el Ejecutivo estadounidense.
Las publicaciones compartidas por el nuevo papa también reflejan críticas hacia Vance y un compromiso con los pobres y con los migrantes, especialmente los refugiados venezolanos en Perú, donde pasó con gran parte de su vida.
Luego de oficializar este viernes una misa dedicada al nuevo Santo Padre, el rector de la Catedral de San Patricio de El Paso, James Marcus McFadin, explicó a EFE que León XIV ha sido «muy claro» a la hora de hablar «en favor de los migrantes, los trabajadores, los pobres y los más desfavorecidos por la sociedad».
«Lo que he escuchado durante su elección es que la inmigración es un tema importante para él y que continuará con el mensaje y la misión de Francisco con los inmigrantes», enfatizó McFadin, quien se manifestó sorprendido de que haya salido elegido un papa estadounidense, poco que nunca imaginó que fuera a ver.
«Es una oportunidad única y una decisión muy inteligente por parte de los cardenales conectar al mundo latino con EE.UU», señaló a EFE Antonio Fernández, director de Caridades Católicas en San Antonio (Texas), quien espera que la nacionalidad estadounidense del nuevo papa pueda servirle de interlocutor con la Casa Blanca.
«Tendrá la capacidad para poder trabajar para encontrar soluciones buenas para la humanidad y para los migrantes», expresó.
Por lo pronto, Trump, un habitual de la confrontación y quien causó polémica ayer del cónclave por publicar una recreación de sí mismo vestido de papa, se ha mostrado comedido e institucional a la hora de celebrar la elección del nuevo pontífice y sus raíces estadounidenses.
«Es un gran honor saber que es el primer papa estadounidense. ¡Qué emoción y qué gran honor para nuestro país! Espero con ansias conocer al papa León XIV. ¡Va a ser un momento muy significativo!», manifestó.
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