La Procuraduría General de Brasil presentó una incriminación formal contra el ex jefe de estado Jair Bolsonaro, el ex ministro Braga Netto y otras 32 personas por su presunta participación en una trama golpista para evitar la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva luego de las votaciones de 2022.
La demanda, formulada por el fiscal general Paulo Gonet, va a ser evaluada por la 1ra Sala del Tribunal Supremo Federal, con el juez Alexandre de Moraes como ponente.
Según la incriminación, Bolsonaro habría cometido los crimenes de organización criminal armada, golpe de Estado, tentativa de eliminación del Estado democrático de derecho, daños calificados por violencia y deterioro de bienes catalogados.
La análisis apunta a que el ex lider gubernamental evaluó y pidió modificaciones en un proyecto que contemplaba la captura de jueces del Tribunal Supremo Federal y del jefe de estado del Senado, Rodrigo Pacheco, como parte de un plan para revocar los sufragio.
El ex comandante del Ejército Freire Gomes manifestó frente a la Procuraduría que él y el ex comandante de la Fuerza Aérea, Baptista Junior, se opusieron a la propuesta, mientras que el entonces comandante de la Marina, Almir Garnier Santos, habría expresado su apoyo a Bolsonaro. Según el testimonio de Baptista Junior, Freire Gomes incluso amenazó con arrestar al ex jefe de estado si avanzaba con la ejecución del plan.
La incriminación sostiene que Bolsonaro y su entorno difundieron información falsa sobre el proceso electoral brasileño con el objetivo de provocar un clima de inestabilidad política. Como parte de esta estrategia, el entonces jefe de estado organizó una reunión con embajadores extranjeros para desacreditar el sistema de votación electrónica, lo que posteriormente llevó al Tribunal Superior Electoral (TSE) a inhabilitarlo políticamente por desmán de poder y uso indebido de los medios de comunicación.
La demanda ahora va a ser analizada por el Tribunal Supremo, que decidirá si abre un juicio formal contra el expresidente y sus colaboradores.
Bolsonaro, de 69 años, niega las acusaciones y se considera un “perseguido” por la justicia.
La incriminación de la fiscalía queda en manos de la Corte Suprema, que deberá decidir si inicia un proceso contra Bolsonaro por estos hechos.
Horas antaño de que se conociera la decisión de la Fiscalía este martes, el exmandatario expresó a periodistas en Brasilia que no tenía “ninguna preocupación” por la posibilidad de ser Acusado.
Sus manifestaciones tuvieron puesto en el Senado, donde acudió para discutir estrategias para impulsar la reglamento de Indulto para los acusados por el atraco a las sedes de los poderes del Estado.
La corte suprema ha sentenciado a casi 400 personas por ese agresión.
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