Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco permanece «estable» y alterna la ventilación mecánica no invasiva con la oxigenoterapia, «manteniendo siempre una buena respuesta», luego de la guerra por broncoespasmo que sufrió la víspera y que desató gran inquietud luego de la mejoría que había mostrado en los días anteriores.
El pontífice, de 88 años, no ha sufrido nuevos episodios como el de este viernes, que causó un empeoramiento «repentino» de su cuadro respiratorio, por lo que los médicos mantienen la cautela y el pronóstico continúa siendo «reservado» en su decimosexto día ingresado en el hospital Gemelli de Roma.
«Las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen estables», se menciona en el último parte médico, que se esperaba con expectación luego de la guerra respiratoria, que participó acompañada de un cuadro de vómito por inhalación, luego de el cual se necesitarán entre 24 y 48 horas para valorar sus efectos.
El papa, que no ha tenido fiebre, «no muestra leucocitosis», una aspecto destacado porque significa que no se ha registrado un crecimiento del número de globulos blancos, lo que descartaría nuevas infecciones, que para los médicos es el mayor riesgo derivado del broncoespasmo por haber inhalado flujos gastricos.
Por otra parte, «los parámetros hemodinámicos se mantuvieron siempre estables», según el comunicado.
Desde la jornada, explica el parte médico, «alternó ventilación mecánica no invasiva con largos periodos de oxigenoterapia de suspensión flujo, manteniendo siempre buena respuesta al intercambio gaseoso».
Así, el papa «continuó comiendo y realizando fisioterapia respiratoria periódicamente, colaborando activamente», se destaca, al tiempo que «no presentó episodios de broncoespasmo».
Por otra parte, Francisco «está siempre lúcido y orientado» y «por la tarde recibió la Eucaristía, para luego dedicarse a la oración» en la capilla del piso papal en la décima planta del Gemelli, a la que acudió acompañado, para rezar en momento unos 20 minutos, según detallaron las fuentes.
Este mañana, esas mismas fuentes vaticanas explicaron que Francisco había pasado una noche tranquila, había desayunado e incluso tomó café, mientras leía los periódicos, aunque hoy no ha trabajado, como si había venido haciendo casi todos los días durante su llegada al hospital.
Y mañana, el papa, según confirmó el Vaticano, no pronunciará el rezo dominical del Ángelus por tercer domingo consecutivo, sino que se difundirá el texto escrito por el pontífice.
Luego de varios días de ligera mejoría, este viernes se desataron de nuevo las alarmas cuando el Vaticano informó de que el papa había sufrido una guerra «aislada» de broncoespasmo que le provocó un «repentino» empeoramiento.
El pontífice argentino, que respondió «bien» a la terapia, participó «siempre lúcido y orientado» y «colaborando con las maniobras terapéuticas», y no llego a ser intubado en ningún momento, ratificaron las fuentes.
En los últimos días, su estado de salud había experimentado una mejoría y de suceso, el Vaticano manifestó este jueves que había dejado atrás la «fase crítica».
Este sábado, a pesar de la aguacero que ha caído en momento todo el día, decenas de personas volvieron a aparecer al hospital Gemelli, a cuyas puertas, en un improvisado altar sobre la estatua de Juan Pablo II, rezaron, por otra parte de dejar mensajes, velas y flores en homenaje al pontífice.
Como cada noche en momento este semana, fieles y miembros de la Curia romana están convocados en la Plaza San Pedro del Vaticano para colaborar en la oración del Rosario y solicita una pronta recuperación del papa, aunque esta noche se celebrará en el interior de la basílica, a desencadena del mal tiempo, presidido por el cardenal Claudio Gugerotti.
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