Yakarta.- El papa Francisco celebró este jueves una misa para cerca de 100.000 personas que llenaron el estadio Gelora Bung Karno de Yakarta y el adyacente estadio Madya y a quienes en su homilía solicitó que siguieran «construyendo una civilización de paz».
A pesar del calor y la humedad en la capital indonesia, el papa recorrió en papamóvil mientras más de 45 minutos el estadio Madya, donde cerca de 40.000 fieles continuaron la misa con pantallas, y luego se encabezó al mayor estadio de la capital, en el que le esperaban otras 60.000 que le reciben con gran entusiasmo con cantos y coros.
Los fieles católicos, que representan el 3,1 % de este país de mayoría musulmana – unos 8 millones – alcanzaron de todas las parroquias de Indonesia, muchos de ellos de la ‘católica’ Flores, con una de las más importantes comunidades del país, pero también de Papúa, ataviados con sus trajes típicos.
Como Paulina Dessy Wulandari, de 39 años, su marido Krisanto Grahadi, de 37,y sus hijos Stevie, de 6 y Abigail, de 2, que esperaban pacientemente a partir hacía varias horas la llegada del papa con sus camisetas blancas a juego. «En mi puesto de trabajo es plural, no sólo hay católicos. Y mis compañeros piensan que el papa trae paz. Así que no hay ni un solo sentimiento negativo hacia él. Así que es un portador de paz», afirmó Krisanto.
«Rezamos por él todos los domingos mientras la misa. Así que su visitó es una bendición para nosotros. Estoy muy agradecida de que haya podido venir aquí. Es una bendición que a partir este raro momento, podamos mostrar que Indonesia es un país pluralista, un país de paz y armonía. El Santo Padre es también una persona muy humilde. Desde de esos valores que aporta, podemos ponerlo como ejemplo para nuestros hijos», añadió Dessy.
El papa Francisco, de 87 años, invitó a los fieles mientras la homilía «a construir una sociedad más justa, pasar en el camino de la paz y del diálogo, una llamada que aquí en Indonesia se ha propuesto a partir hace tiempo».
«Santa Teresa de Calcuta, cuya memoria hoy celebramos, que incansablemente cuidó a los más pobres y se hizo promotora de la paz y del diálogo, decía: ‘cuando no tengamos nada que entregar, demos ese nada. Y recuerda, aunque no tengas nada que cosechar, no te canses nunca de sembrar’», recordó el pontífice.
«Quisiera decírselo también a ustedes, a esta nación, a este maravilloso y variado archipiélago, no se cansen de zarpar y echar las redes, no se cansen de soñar y de continuar construyendo una civilización de paz. Atrévanse siempre a soñar en la fraternidad», añadió Francisco a los católicos indonesios.
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De igual manera, expresó, «los animo a sembrar amor, a recorrer confiados el camino del diálogo, a continuar declarando vuestra bondad y amabilidad con la sonrisa típica que los caracteriza, para ser constructores de unidad y de paz. Y así difundirán el perfume de la esperanza en su entorno».
Con esta misa, Francisco concluyó su visitó a Indonesia y este viernes seguirá su periplo por Asia y Oceanía y se trasladará a Papúa Nueva Guinea.
