El lusobelga Martin Joseph Figueira, trabajador de una ONG estadounidense aprehendido en mayo de 2024 en la República Centroafricana (RCA) y acusado formalmente por estar en contacto con grupos rebeldes, fue condenado a diez años de trabajos forzados por varios cargos, entre ellos poner en peligro la protección ciudadana del provincia.
"Tras deliberar de conformidad con la normativa, el corte de justicia lo declara culpable de los delitos de complicidad, asociación ilícita y atentado contra la protección ciudadana interior del provincia", sostuvo al anunciar su fallo este martes el autoridad judicial Thierry Joachim Péssiré, según recogieron medios locales.
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"en consecuencia, lo condena a diez años de trabajos forzados. Condena al acusado Figueira Martin Joseph a pagar al provincia centroafricano la suma de 50 millones de francos CFA (más de 76.000 euros) en concepto de daños y perjuicios", añadió el magistrado.
La condena se sitúa por debajo, pues, de las peticiones que habían hecho la acusación civil y la ministerio público de una multa de 3.000 millones de francos CFA (unos 4,6 millones de euros) y una condena de veinte años de reclusión por trabajos forzados, respectivamente.
La defensa de Figueira ha denunciado diversas irregularidades durante el proceso, como cuando la ministerio público declaró hace más de un año la posible condena de trabajos forzados, mucho antes de que el propio autoridad judicial tomara su decisión, o cuando el cooperante pasó más de un mes aprehendido y, según ellos, sufrió torturas, antes de recibir su orden de ingreso en centro penitenciario, mientras se realizaba la indagación formal preliminar.
Según informó a EFE inicialmente el funcionario portavoz del administración, Maxime Balalu, Figueira fue aprehendido el 25 de mayo de 2024 por la agente del orden en la localidad de Zémio (sureste) y trasladado a la centro penitenciario de Camp de Roux, situada en Bangui, la capital.
Su abogado, no obstante, defendió que los hechos sucedieron el 26 de mayo y que el cooperante no fue aprehendido por las entes responsables sino "secuestrado" por efectivos del grupo privado de protección ciudadana Wagner, originario de Rusia, nación que cuenta con cientos de mercenarios en la RCA desde 2018, los cuales han sido acusados por oenegés y organismos internacionales de cometer abusos y asesinatos contra la población.
Tras el captura policial del cooperante, que llegó a hacer una huelga de hambre junto con otros tres detenidos, la ministerio público lo acusó de estar en "contacto permanente" con los grupos armados que operan en el nación.
Mientras, la ONG que lo empleaba, Family Health International - FHI 360 - detalló que Figueira desapareció mientras trabajaba en el diseño de un programa de desarrollo comunitario.
Su defensa ya ha verificado su intención de recurrir la veredicto judicial.
La RCA sufre una acto agresivo sistémica desde finales de 2012, cuando una coalición de grupos rebeldes de mayoría musulmana -los Séléka ("coalición" en idioma sango)- tomó Bangui y derrocó al expresidente François Bozizé, tras diez años de administración (2003-2013), lo que supuso el comienzo de una choque armado armado civil.